No basta entregar un trofeo de U$ 200, FENIFUT debe preocuparse por coadyuvar a que la Liga sea más atractiva desde el punto de vista comercial, si no es así, pronto podría venirse una Liga manejada por los Clubes.
La seguridad en los estadios debe ser una asignatura a mejorar por parte de los equipos.
Letzira Sevilla Bolaños
Colaboración
Bueno, faltan escasas horas para escuchar en los diferentes escenarios futboleros del país el silbatazo inicial que marque el arranque de la competencia en la que ocho equipos se disputan el campeonato.
Tras un torneo apertura bastante accidentado, en el que hubo desde equipos ascendidos y descendidos como fichas de ajedrez, al servicio de jugadas de provecho para las manos que mueven la piezas en el tablero, hasta jugadores “quiebra narices” y árbitros ganadores de campeonato; las expectativas han crecido en cuanto a qué veremos en esta segunda parte.
Sería mentirosa si digo que espero que las cosas sean mejores, porque en realidad no se ve en la Federación Nicaragüense de Fútbol el más mínimo interés por cambiar todo lo que anda mal, es más, hasta se rumora que rebajarían la sanción aplicada al campeón nacional de fútbol, el árbitro René Guerrero.
Y qué esperar si en veinte y tantos años no hemos avanzado un ápice, seguimos haciendo el ridículo en torneos internacionales, gracias a que la selección se maneja por voluntariedades y caprichos, y para colmo se termina diciendo que “demostramos que tenemos potencial”.
Hombre, por Dios, qué ridículo decir que fuimos a un torneo internacional a enseñar que hay talento en Nicaragua, si eso todos los amantes del fut lo sabemos y lo vemos domingo a domingo en los estadios, sin embargo, lo que no se dijo es que no se potencia la explotación de ese talento, pues ni tratan bien a los chavalos seleccionados. Tampoco se dijo que otros con más talento que algunos de los convocados ni siquiera fueron tomados en cuenta.
Ya en lo casero, hasta la fecha no se ha hablado de medidas específicas y concretas para frenar las erróneas decisiones arbitrales, pues desgraciadamente el cuerpo de árbitros en su conjunto se ha visto mal, y aunque Guerrero fue el que llegó al extremo del descaro, no podemos obviar a don Franklin Jarquín, que no lució bien, sobre todo en los últimos juegos.
Ahora, en cuanto a la seguridad en los estadios tampoco se ha dicho nada. Mucho se comentó sobre la batalla campal que hubo en Diriamba, también se generó violencia en el campo del Instituto Nicaragüense de Juventud y Deportes, cuando gente que apoyaba al Managua F.C. agredió a los fanáticos del Diriangén, es decir, el meollo del asunto no es quién arremete contra quién, sino que la violencia es una constante en cualquier estadio.
Entonces, ¿cómo van a frenar tantos disturbios? ¿Es responsabilidad sólo de los equipos? ¿No tenemos derecho los fanáticos a llegar y disfrutar el espectáculo sin tener temor a ser agredidos?
Ojalá se pensara en el bienestar de los que llegamos a las graderías y no sólo en cuánto dinero representamos para la Fenifut en concepto de entrada (10%) por partido.
Así que este clausura inicia igual que el apertura, creo que veremos más de lo mismo, en un fútbol en el que algunas camisetas pesan más que otras, pues hay demasiada parcialidad por parte de los federados por quedar bien con “x” o “y” institución estatal o por proteger a equipos que representan intereses personales de ellos.
Si esto no fuera así, cierto equipo no hubiera subido a primera división nunca, otro no hubiera bajado por arte de magia, otro no sería campeón y algún otro no estaría desarmado al arrancar el campeonato.Espero que algún día entiendan que el fútbol es pasión no un negocio burdo.
Los aficionados exigen mejores condiciones en seguridad y más imparcialidad en el arbitraje.
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