ARBITRAJE NUEVAMENTE EN LA POLÉMICA !

LUSACO

Nuevamente el arbitraje del Fútbol de Primera División está en el ojo del huracán. Pareciera que los señores encargados de las designaciones viven alejados de la realidad, pues inventan algunos nombramientos para determinados encuentros que al final terminan evidenciando las carencias de criterio, imparcialidad y profesionalismo de la mayoría de estos señores que devengan salarios que les cuesta mucho trabajo conseguir a los clubes que son quienes finalmente les pagan.

Sin entrar en detalles, los que de una u otra manera venimos siguiendo el balompié pinolero sabemos que son uno o dos los silbantes que están aptos para juegos de mucha presión o alto riesgo y que tienen la capacidad para sacar a flote un partido.

Personalmente creo que las mejores opciones son Franklin "el buzito" Jarquín, Oscar "timba" Dávila y ya en la recta final de su carrera el profesor William Reyes y paremos de contar.

Apenas transcurren tres jornadas del Clausura de Primera División y las quejas sobre el arbitraje suenan de todos los frentes.

Desde la noche del sábado he escuchado, leído y conversado con aficionados del DIRIANGEN FC y todos coinciden en que Julio Arbizú tuvo una desastrosa actuación en el encuentro DIRIANGEN FC vs WALTER FERRETI y que al final repercutió en el marcador final. 

No fui al partido ni lo vi en vivo por televisión, sin embargo he visto un par de ocasiones videos que han subido en diferentes redes sociales y evidencian que Arbizú y sus asistentes amputaron a los blanquinegros por "apreciaciones" del todo no acertadas.

Ese encuentro es una muestra del reto que debe asumir el nuevo ejecutivo de FENIFUT con los silbantes en donde prácticamente no hubo novedades ni cambios que vaticinaran alguna mejoría en el corto y mediano plazo. No puede ser que domingo a domingo sea el arbitraje el tema central, es un tema de nunca acabar, pero el espectáculo y su credibilidad debe de ser un compromiso que exige trabajo en vez de arrogancia y prepotencia de algunos visores y asesores que en la mayoría de las veces se preocupan más por tonterías de formas que por cosas de fondo.