Onceno titular de Nicaragua ante Anguila ayer lunes. Foto: CARAZO DEPORTES. |
LUSACO
El
resultado del pasado lunes en el que se obtuvo una victoria por goleada ante la
Selección Nacional de Anguila, es un triunfo que todos los amantes de este
deporte deberíamos de disfrutar y apoyar el trabajo que se pretende realizar en
este nuevo ciclo.
Resulta
que en vez de darle el mérito, respaldo y positivas expectativas a los
protagonistas, pareciera que a los verdaderos aficionados –no los de una vez cada cuatro años- más
bien le ha traído “colerita”, pues se lee en diversas redes sociales una cantidad
de comentarios pesimistas y de menosprecio al triunfo, que parecieran no estar siendo
acompañados del entorno que ha envuelto a nuestro representativo en los últimos
20 ó 30 años, en donde disfrutar de un triunfo se volvía algo milagroso a como
algunos han denominado.
No
somos una potencia como para darnos el gusto de no celebrar una victoria
independientemente del evento, rival y lugar. Si la bicolor gana es por "suerte", "amaño de partido", etc y si lo hace por goleada,
el equipo rival es malo; si cae por goleada es porque el Cuerpo Técnico es
malo, los convocados son “argollas” y porque el rival tiene la infraestructura
organizativa adecuada para la promoción
y desarrollo del deporte número uno del planeta.
El
inobjetable triunfo de los pinoleros debe de llenarnos de orgullo a todos los
nacidos en esta tierra, primero porque somos todos representados por ese grupo
de convocados y por los que vieron acción en el compromiso. Segundo debe de
servir para detectar asignaturas pendientes de mejorar para el equipo que forma parte del Cuerpo Técnico y a base de mayor esfuerzo, más trabajo y quizás de seguir buscando, probando y dándole oportunidad a otros
elementos “no habituales”, algo que el señor Duarte ha hecho de manera
indiscutible.
Ah,
que hay otros que deben estar en la lista u otros que están y deben de ser
titulares, pues como polémica siempre en una convocatoria de selección jamás se
queda bien con todos y por ello toda responsabilidad –de los resultados- recae
sobre el líder o capitán del barco, el que organiza, convoca y dirige.
En
esta ocasión todos aplaudimos el acierto de integrar a Franklin López, lo
coherente y merecido de ver a Luis Galeano, la confianza dada a Juan Barrera, lo diferente que son Copete, Rosas y Leguías, etc.
Al contrario, para nadie es un
secreto que el mejor portero del país no está en la “sele”, otros criticarán
que en el famoso 5 x 0 delanteros con mayor experiencia o bien con mayor
frialdad, hubiesen aportado más para que el abultado marcador se ampliara.
Habrá quienes se desbocaron criticando el retiro del campo de Franklin López,
en fin… cada quien se convierte en DT y eso es algo natural en este bello
deporte, lo importante es respetar la opinión de cada persona y no ser tan
negativos.
Estamos
claros, el rival del lunes es el peor equipo del famoso ranking de FIFA, un
equipo que merecía recibir como mínimo 10 goles si en el segundo tiempo la
contundencia al definir hubiese se hubiese dado, no obstante el primer objetivo
ha sido cumplido: ganar en casa y que mejor que por goleada.
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