Ismael Reyes (26) es marcado casi por 4 rivales. Foto: LUSACO
El grado de utilidad y rendimiento de Rudel Calero es un respiro para Otoniel Olivas. Foto: LUSACO
Ismael Reyes metío uno de los goles con los que Real Estelí prácticamente está en una final más del fútbol pinolero. Foto: LUSACO.
LUSACO
Real Estelí llegó a Jinotepe con un solo objetivo: ganar y colocarse prácticamente en la final del Torneo de Clausura.
Al final de la calurosa y soleada tarde en tierras jinotepinas, el objetivo fue cumplido ya que los rojiblancos se impusieron 2 x 0 al Xilotepelt que ligó su tercera derrota consecutiva acumulando 10 goles recibidos, muestra de que el club caraceño está distante de ser el gran animador de hace unos meses.
El 2 x 0 parece lapidario para Xilotepelt tomando en cuenta que deberá ganar 3 x 0 para dejar fuera al Tren del Norte ... y eso en tierras norteñas ... parece imposible. De no haber sido por una espectacular tarde del meta Medrano, el score hubiése podido ser más abultado.
Los tantos del triunfo rojiblanco fueron obra de los "costeños" Ismael Reyes y Rudel Calero. Otoniel Olivas sorprendió cuando en su once titular no alineó a Franklin López ni a Rudel Calero para dar espacio al regreso de Samuel Wilson y Marlon Godoy quienes no desentonaron para nada en el oleaje rojiblanco.
Lo más heróico de los monarcas nacionales fue que jugaron casi todo el segundo tiempo con 10 hombres tras la expulsión (por doble amonestación) de David "el muñeco" Martínez, situación que hizo suponer que aprovecharían los locales sin embargo figuras de experiencia como el panameño Salazar, los argentino Picinini y Batista y el hondureño Carrasco no pudieron echarse el equipo al hombro y buscar el valioso triunfo.
En Diriamba la localía de Diriangén volvió a pesar y salieron victoriosos 2 x 1 sobre el capitalino Walter Ferreti.
Ambas llaves se definen el próximo domingo en Estelí y Managua, iniciando dichos encuentros a las 2:30 de la tarde. De momento la ventaja es para rojiblancos y blanquinegros, por lo que probablemente tengamos -nuevamente- una final de superclásico.