miércoles, 21 de noviembre de 2012

¿QUE TAN DIFICIL ES PLANIFICAR Y CUMPLIR?

LUSACO
Definitivamente nuestro fútbol tiene limitaciones, no caben dudas, sin embargo entre más tonterías se cometen más  tristeza da al no poder juzgar si es que los que hacen la parte operativa no tienen la suficiente capacidad o si es que simplemente no tienen voluntad para hacer las cosas bien.
 
Dentro de mi ignorancia me pregunto, ¿Cual es la complejidad de elaborar, dar a conocer y cumplir un calendario de juegos con el mínimo posible de movimientos de "última hora"?
En cualquier territorio del universo donde se practica este bello deporte eso parece tan fácil como cuestión de un clic, pero acá parece una tarea compleja como si se tratara de descifrar un código secreto o resolver una ecuación de muchas variables.
 
Ah, comencemos primero el hermetismo con el que se maneja y difunde la información (nadie puede conocer el calendario de juegos de un mes por anticipado, ya ni se diga un torneo completo). Segundo la evidente falta de coordinación y planificación (casi siempre hay cambios de 24 a 48 horas previas que además se dan a conocer por las madrugadas).
 
Si en detalles como esos hay complicaciones imaginense como anda el resto, pero bueno. Vamos avanzando y las Juntas Directivas: bien gracias !!!
 
Anunciar la programación de una jornada y acertar o esperar que se cumpla es una tarea bastante difícil... y eso que son ocho equipos en competencia regular y cuatro en postemporada. Agreguen que las instalaciones deportivas son mínimas y contadas con los dedos de una sola mano.
 
Si de verdad se exigiera -y respetara- una sede habitual y una alterna por cada club con un horario constante, cumplir sería fácil si se planifica seriamente, pero acá los equipos capitalinos un día juegan en el IND, otro en el Proyecto de Estadio Nacional e incluso cuando les convenía -por asuntos económicos- utilizaban el Cranshaw que debería ser utilizado -con todo respeto- para Ligas Recreativas pero no para Primera o Segunda División.
 
Afectar los horarios habituales -o previamente planificados y aprobados- afecta directamente a los clubes locales que planifican parte de sus ingresos en función de las proyecciones de aficionados que esperan acudan a "X" o "Y" juego y las estimaciones de boletos que puedan venderse.
Cambiar de un momento a otro demuestra falta de seriedad y falta de respeto hacia el aficionado, hacia los jugadores, hacia los patrocinadores, los medios y hacia la misma organización de la Liga, si es que existe.
 
Estamos claros que si a la "ULTIMA JORNADA" se llega con partidos claves para efectos de clasificación ahí si se puede sugerir y decidir jugar en horarios simultáneos para evitar especulaciones, manejo de marcadores, malas intensiones y otras acciones antideportivas y anti éticas, pero el resto del Calendario -el que roba tiempo y desgasta neuronas de quienes lo elaboran- debe hacerse cumplir porque se planifica desde un inicio cuando no hay ningún margen de dudas para mal pensar en arreglo de partidos o similares.

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